El seguro agrario está considerado por muchos como una herramienta vital para proteger las rentas de agricultores y ganaderos. Aunque no es un instrumento perfecto, ya que hay agricultores que piensan que el actual modelo es mejorable.
Las tormentas de pedrisco que se vienen dando durante estas últimas semanas han causado importantes siniestros en explotaciones de fruta y cereal en Aragón. Unos siniestros que están cubiertos por las pólizas agrarias y que permiten suavizar bastante las consecuencias de estas tormentas. Y es que, estos últimos años, España viene sufriendo una meteorología cambiante en la que se repiten estos fenómenos tan dañinos para el sector agropecuario.
El pasado año 2020, en Aragón se suscribieron un total de 37.076 pólizas de seguros agropecuarios, con un capital asegurado de 1.279.000 euros. En los datos que ofrece Agroseguro, el pedrisco es el fenómeno que más siniestro causa en los campos aragoneses, acumulando el 59% de los mismos. Cabe destacar también que, aunque los cereales sufren más siniestros, los frutales sufren consecuencias más graves.
¿Cómo funciona el sistema de seguros agrarios?
Los agricultores piden una mayor cobertura que haga verdaderamente rentable asegurar las cosechas contra el pedrisco. Muchos de estos agricultores tienen que dar parte ahora a su compañía aseguradora, para que desde Agroseguro valoren las pérdidas. Cuando el agricultor o ganadero sufre un siniestro en su explotación, se pone en contacto con el mediador, correduría, cooperativa… con la que contrató el seguro agrario. Ellos se encargarán de cumplimentar la declaración del siniestro que se remite a Agroseguro. Y desde esta entidad mandan a un perito que visite la explotación junto al agricultor.
Un sistema de seguros agrarios que permite hacer frente a todos los riesgos de una gran siniestralidad. Además, el perito que visita la explotación es un profesional independiente contratado por Agroseguro. Tras tasar los daños, en lugar de hacer una propuesta a la compañía, emite un informe. La peritación se basa en confrontar cuánto se habría obtenido de no haber ocurrido el siniestro y cuánto ha recogido el agricultor.
Por este motivo, cuando el siniestro es próximo a la cosecha, solo se hace una única visita. Pero si no es así, se toman datos de cuánto podría perderse y la visita definitiva se pospondrá al momento de la cosecha, que es cuándo se verán los daños en la calidad. Una vez está la peritación definitiva, se envía a Agroseguro, que deberá abonar el importe en un plazo máximo de 60 días.
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